La Cascada de Hahn no solo es un espectáculo natural en sí misma, sino también un viaje al pasado de Río Pico y sus colonos alemanes.
La cascada de Hahn formara parte de tus recuerdos mas relajantes. Al inicio del recorrido, siguiendo el primer desvío a la derecha, se encuentra el cementerio de la familia Hanns, con vistas panorámicas que enmarcan el pueblo y las montañas cercanas. Este cementerio, de estilo alemán, refleja la rica historia de los colonos que se asentaron en la zona a principios del siglo XX.
Si continuás un poco más, podrás disfrutar de una vista única de la cascada desde arriba, donde se aprecian sus dos saltos de agua. El sendero continúa descendiendo hasta el pie de la cascada, donde el agua fluye con fuerza, especialmente durante la primavera, cuando el deshielo llena el arroyo. La atmósfera es tranquila y el sonido del agua crea un ambiente ideal para relajarse y conectar con la naturaleza.
El recorrido te llevará también por los terrenos donde alguna vez se asentó la familia Hahn. A lo largo del camino, se encuentran la casa principal con su sótano, un galpón con antiguas herramientas agrícolas, árboles frutales (como perales, manzanos y cerezos) y construcciones de estilo alemán que alguna vez sirvieron como núcleo poblacional de la colonia. Entre ellas se encuentra el almacén de ramos generales, que fue un punto central en la vida de los primeros inmigrantes.
Un punto interesante del recorrido es la visita a la tumba de los bandoleros William Wilson y Bob Evans, dos forajidos abatidos en 1911 por la policía fronteriza y enterrados por los hermanos Hahn. Esta parada añade una intrigante capa de historia al paisaje, combinando leyendas locales con el esplendor natural de la cascada.