El sendero hacia la Cascada Tacuifi es un recorrido desafiante pero increíblemente hermoso.
El camino de 7 kilómetros ida y vuelta sigue el curso del arroyo que da vida al Cañadón de los Ensueños, un entorno natural de aguas cristalinas y un escandaloso silencio. A lo largo del trayecto, pequeños cañadones y subidas pronunciadas ponen a prueba la resistencia de los caminantes, mientras las vistas panorámicas sobre el valle invitan a detenerse y disfrutar de la paz del entorno.
La dificultad del sendero aumenta progresivamente a medida que se avanza. Tras el tercer vado, donde el arroyo es lo suficientemente bajo como para cruzarlo, el camino se vuelve más empinado y angosto. Las piedras sueltas y los pasos aéreos convierten el tramo final en un reto para los más experimentados. Tras una bajada pronunciada, se revela finalmente la imponente Cascada Tacuifi, un salto de agua de gran belleza enmarcado en un despliegue de colores y texturas únicos. La quietud del lugar contrasta con el rugido de la cascada, ofreciendo una atmósfera de calma y majestuosidad.
La intensidad primaveral
Durante la primavera además de la intensidad de la cascada Tacuifi incrementa notablemente la cantidad de agua en el arroyo y es por esta razón que los vados se encuentran un poco profundos, podes desafiar los puentes improvisados y utilizar bastones o sacarte el calzado y cruzar por el agua, esta ultima opción revitaliza los sentidos y recarga la energía para continuar el sendero, los cruces son breves.
Cada uno de los vados cuenta con pequeñas playitas que propician el arroyo y el bosque, cualquiera de estos puntos podría ser el objetivo si no contas con experiencia en trekking, vas acompañado de infancias o no contas con mucho tiempo y estarías disfrutando de la maravilla del recorrido adaptándolo a tus necesidades. Durante el verano el arroyo se llena de vida con los visitantes y locales que se acercan a refrescarse.